"antropocentrismo... por favor"

 Dicen que no siempre es fácil comenzar una historia y ello, es totalmente cierto, especialmente si la historia a relatar no existe cuando menos. No quiero decir que uno se ponga a escribir sin tener nada que decir, eso significaría que estaríamos toda la raza humana sencillamente muerta, sino que, tal vez es como coger un ovillo de lana aún sabiendo que ignoramos dónde está el inicio, pero, no obstante lo cogemos, ya que, en el fondo todos los ovillos de lana tienen un comienzo al igual que todos los textos tienen un origen, conocido o no, esto tal vez sea  más aventurado decirlo… o quizás no. 

            Sea como quiera, el hecho cierto es que esta historia que ahora mismo te quiero relatar es, lo que los jóvenes del siglo XXI llamarían una “historia Friki” ya que es algo atípica de lo que viene siendo la “norma” convencional de los mortales, en una sociedad a la que nosotros mismos nos hemos autoproclamado “del confort y el bienestar”, para que luego digan que los antropocentrismos eran solo del Renacimiento y poco más. En el fondo, a día de hoy, seguimos siendo tan Renacentistas, posteriormente, clasicistas, neoclásicos… va a ser cierto aquello que decía un profesor mío de musicología que confirmaba que en la vida solo hay dos períodos recurrentes, clasicismo y helenismo. Así, el helenismo se produjo con todas las vanguardias y toda aquella revolución sinsentido muy propia del XX, todos los ismos… tal vez faltó el “tontismo” pero todo llegará. Actualmente están apareciendo culturas nuevas, neogóticos, los neotonales –en la música -  que nos va indicando que el clasicismo vuelve y con él todo el antropocentrismo “camuflado. Ahora no hay ningún “listo” que diga que el hombre es el centro del universo; esto nadie lo dice, sencillamente lo demuestra. ¿Cómo? Hablamos de lo que hace-mos, lo que consegui-mos, en función de nuestra medida. Es decir, he-mos conquistado el espacio ¿todo? Guau, si apenas hemos llegado a l aluna. Hemos curado enfermedades ¿todas? No, vamos creando otras nuevas, para que no se aburran nadie, hemos hechos esto hemos hecho lo otro, tenemos una Miss y un Master universo… no he visto candidatos de Orión o de Sirio, Ni siquiera un triste marciano por ahí… pero seguimos afirmando que el universo está un poco más allá de donde llegan nuestras manos… y por supuesto es totalmente nuestro. Esto, señores, es antropocentrismo “camuflado” puro y duro. 

            Afortunadamente hay también corrientes algo más revolucionarias que en vez de elevar al hombre  la enésima potencia, cuando N tiende al infinito por la derecha, lo degrada hasta convertirlo en un sencillo ser vivo unido a todo los demás seres de este planeta, un macroorganismo dependiente de una Galaxia y esta del universo, Vaya le damos la vuelta a toda la tortilla. Evidentemente esto desde cualquier clase de poder egolátrico y, naturalmente, antropocentrista choca como dos trenes nipones a máxima velocidad ¿resultado? Catastrófico para el ser humano y maravilloso para los laboratorios que fabrican antidepresivos pues se harán de oro. 

            De este modo estamos al final del helenismo del XX y en el clasicismo del XXI, bueno, mientras tanto el planeta sigue girando cada 24 horas, y 365.25 horas y 25.000 años… un ciclo tras otro… y que no pare…