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sonrisa, risa y carcajada

              Guiño  Se dice, y seguro que es cierto, que la risa es la energía más poderosa que hay en el mundo. Libera endorfinas y serotonina que nos produce una sensación de relax y felicidad semejantes a las ofrecidas cuando entramos en estados vegetativos de inconsciencia a los que les llamamos sueño.  

                Pero del mismo modo que el sueño no siempre es reparador y placentero, y en numerosas ocasiones nos levantamos aún más cansados que cuando nos acostamos, al menos en un plano mental emocional,  Con la sonrisa la risa, la carcajada y las manifestaciones de felicidad el fenómeno es muy similar, en función un poco de lo que se pretenda enseñar cara a la galería o lo honrados que seamos nosotros con nosotros mismos,  ya que, sin dudarlo ni un momento, al que más engañamos a lo largo de todo el día es a nosotros mismos, desde fuera y desde dentro y esa es una batalla compleja que tal vez a través de estos tres elementos se desmembra un poco. Pero analicemos un poco el sentido inverso de los elementos. 

                La carcajada es, sin duda ninguna la más  excéntrica de todas las manifestaciones alegres que pueda tener un ser humano. Incluso se puede jugar con ella de tal modo que puede ser la carcajada de un bebé que generalmente parte del mismo vientre y se mueve todo el con su propia re-asonancia de su propio sonido que, al mismo tiempo le invita a seguir en esa línea,  o carcajadas falsas, totalmente superfluas. Aquellas puramente guturales que salen desde la garganta, claro signo de poder y ego temeroso que, a la vez que producen problemas de tipo fisiológico en las mismas cuerdas culminan degenerando en estados decadentes e incluso en depresiones.  La carcajada es como un fuego de artificio algo artificial  por ello, tremendamente fugaz, una carcajada es difícilmente mantenida durante horas o durante incluso minutos, es algo que cansa mucho físicamente aunque, si es una carcajada “sana” emocionalmente genera una gran sedación y relajación mental y emocional. Pero en cualquier caso no deja de ser algo puntual fugaz y muy volátil e inestable. 

                La risa, en cambio, es algo sencillo, dulce, no requiere grandes reconocimientos de que nadie lo oiga o lo vea, es algo mucho más íntimo de uno para consigo mismo o, como mucho, para los más allegados  en aquel momento. Una risa no tiene porque ser muy exagerada, incluso las hay que se denominan “risas sordas” aquellas que uno tiene consigo miso y que, si bien se manifiesta de manera publica y externa, se lleva en el interior de cada cual.  La risa, es sana, más difícil de falsear porque tiende a ser más honesta para con uno mismo. Un bebé generalmente se ríe de casi todo pues no en vano no tiene prácticamente complejos al menos en las primeras épocas gloriosas de su vida… si bien, también es cierto, hay niños que pueden comenzar con una risa que culmine en carcajada como un proceso “crescendo” del devenir de los hechos, pero no arranca en carcajada sino que va subiendo el tono, la intensidad de la vivencia y ellos nos lleva a esa situación “carcajadísticamente” hablando.  

                Finalmente, y tal vez por ello, la más noble, leal y sincera de todas las manifestaciones de alegría sincera de uno para consigo mismo y para con los demás: la sonrisa. Ésta, a diferencia de la risa y mucho más de la carcajada, puede ser mantenida durante horas, incluso todo día si ello sale así pues, no en vano, la sonrisa no es algo fabricado como consecuencia de un programa, de una situación o de un motivo concreto; la sonrisa, per se, es un acto casi involuntario que representa nuestro estado anímico frente alas sucesivas vicisitudes que la vida nos presenta y la forma de resolverlos. “Una sonrisa, - como dice el dicho popular  - no cuesta nada y vale mucho”. No cuesta nada pues siendo algo prácticamente involuntario su ejecución no requiere mayor esfuerzo que el de respirar o parpadear, de todo punto involuntarios y aleatorios. Vale Mucho ya que todo aquél que ve una sonrisa, al ser una vibración más elevada que la propia tiende a ir a imitarla por simpatía, es un poco el proceso vibracional de los diapasones o de los instrumentos de cuerda que, por simpatía resonadora hace vibrar las cuerdas de igual o inferior condición. Así, ver a una persona sonreír, transmite mayor luz al que la emite y alegra la vida de los que le rodean. Es más difícil de crear una sonrisa fingida que una risa o una carcajada pues la sonrisa es… eso natural, auténtica, rica en matices pero todos ellos saludables. Evidentemente, como todas las cosas de la vida se puede imitar y grandes imitadores la pude llevar al extremo de casi confundir con una sonrisa auténtica pero esta, al no serlo llegará un momento que caerá con todo su  atrezzo dramático más pronto que tarde.   

                La risa, al igual que la carcajada, mucho más pronunciada ésta si cabe, siempre se hace con el mismo mecanismo fonador, esto es, la boca y la garganta ya que ésta es la ejecutante del sonido. Mas, la sonrisa, hay muchas formas de sonreír, Es cierto, sin duda lo más frecuente, que duda cabe, es con la boca y los labios evidentemente pero el poder gutural de la garganta, chakra manifestador del poder y la egolatría ahí su labor pues la sonrisa es muda, que no por ello falta de transmisora de mensaje; al propio tiempo, ¿Quién no ha visto sonreir, especialmente en el ser humano más sensual y sensitivo, la mujer, con la mirada? Esa mirada dulce, feliz, alegre, jovial de chica enamorada de la vida o tal vez de un ser amado que sabe le corresponda con su amor. Dicen que los ojos son el espejo del alma y una sonrisa desde la mirada vendría a ser tanto como un felicidad del alma, regalo sin duda que tan solo tiene cabida en la gente que vemos más llena de luz y paz en su interior. La inocencia se ven los ojos de una persona y en ellos a través de la sonrisa ¿hay acaso algo más hermoso de ver que la sonrisa de un niño? ¿Es que acaso alguien es capaz de no estremecerse ante una sonrisa limpia y luminosa de una bella mujer? He ahí el gran secreto de la vida, la sonrisa es, sin duda ninguna, el regalo más preciado que el hombre puede regalar a este universo de presencia lumínica, la sonrisa.  

                Incluso los animales, pues el hombre es uno de ellos también aun cuando dotado de expresión, manifiestan su alegría a través de los ojos entre otros muchos medios, se les ve un color especial, un brillo diferente… es la marca de la vida que corre fresca y dichosa cual agua de un arroyo corre por las laderas de una empinada monta al llegar el deshielo de la primavera.  

                Sonriamos, sonriamos  a la vida, a nosotros a todo ser que nos regala nuestro conocimiento de ser quienes somos y donde estamos y que, por encima de todo lo que somos es seres vivos…de forma consciente “esa” y no otra es la gran  suerte del ser humana que nos diferencia de un piojo, de un caballo o de un  colibrí, nuestra plena conciencia. Ríete por ello, con respeto sin duda, pero con alegría y felicidad y ante todo muestra una sonrisa, de corazón, honesta, es, sin duda una de las armas más poderosas que leemos y de la que menos usamos… Mírate en un espejo y sonríete a ti mismo, seguro que te encontrarás mejor en segundo casi. 

Así pues…

SonríeRisa

 

Rafael Castro Martín

Reiki Master Teacher

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