Sai Baba enseñaba 3 pasos simples para intentar controlar la ira y evitarnos así la vergüenza y el daño que provoca el ser esclavo de una emoción tan baja.
El primer paso es pensar en uno mismo y mirar los propios errores o desaciertos con lupa, como si fueran enormes, para entender que nadie está exento de equivocarse. Incluso, pensar de qué modo podríamos nosotros haber causado esa situación que tanto nos afecta.
El segundo paso es mirar los errores de los demás como insignificantes, por más grandes que sean; comprender que todos estamos aprendiendo a vivir, haciendo lo mejor posible y tomar a cada persona como un maestro que nos ayuda a mejorar.
Y por último, hay que recordar siempre que todo lo que sucede, es perfecto por el solo hecho de que suceda.
Todos somos perfectos, todos somos lo mismo.
Si nos enojamos con otro, nos enojamos con nosotros mismos, con el universo, con Dios.
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Neo -