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re-buscando...me

Seguramente, en el resurgir de los viejos tiempo en evoluciones más puras y menos corrompidas, podemos encontrar la esencia que los antiguos clásicos ya buscaban en aquello que le dieron en llamar arché. La Búsqueda, fuera de lo que todos podamos soñar o sospechar e imaginar incluso no queda lejos, aun cuando nos empecinemos una y otra vez en seguir buscando a través de viajes, cursos, encuentros, festividades, aprendizajes de miles de cosas… al final, a la hora de la verdad siempre hay un momento en el que el corazón le gana la partida al cerebro, a l amasa pensante creadora de toda esta falsa realidad magníficamente orquestada…

¿Y entonces…? ¿Dónde quedaron los sueños, las ambiciones, los deseos, y con ellos el equilibrio, el consuelo, la seguridad… que finalmente, nos daría la estabilidad emocional, el equilibrio económico y la felicidad en sí misma escrita en letras de oro? ¿Acaso esto fue la mayor falsedad y estafa de la historia de nuestras propias vidas…? De algún modo, ser consciente de que nos hacemos todas estas preguntas justo ene. Momento más críticas de nuestras vidas ya es un claro síntoma de progreso y avance. En otras ocasiones, en otros períodos de nuestra vida, seguramente la culpa era de “otro” y “otros”, porque éramos magníficos estupendísimos y una gente maravillosa deseosa, incluso, de perder nuestra propia vida en beneficio de los demás… insisto, “de los demás…” incluso con mayúsculas”DE LOS DEMÁS….” ¿Y quienes son los demás? ¿No te das cuenta que si ves en los demás aquello que no te gusta en ellos tal vez sea justo justo lo mismo que hay en ti que en ti mismo tampoco te gusta? Pero siempre es más fácil volcarse en “los otros” y dejarnos los “pobre de mí” en otro momento más tarde o decir sencillamente “es que no tengo tiempo para m텔 no es que no lo tienes, es que lo tiras, porque si no te concedes tiempo para ti no puedes transmitir sino angustia estrés, pena y confusión, y eso que transmites, lo transmitirán aquellos que se dejaron influir por ti,

Así nace la espiral del estrés, de la locura y la depresión. Así, creamos un movimiento ascendente sin duda, pero de penuria y contaminación, de angustia vital porque miramos al centro, donde estamos nosotros mismos y lo único que vemos es un agujero negro porque, esencialmente no hemos puesto ni siquiera la nada más auténtica, el vacío más absoluto que los existencialistas ya anunciaban allá por el siglo XX… qué tiempo.

Hoy, somos algo nuevo, diferente, sabemos que el tema no es ayudara nadie sino ayudarnos a nosotros, a autoquerernos, no desde el ego y la vanidad, sino desde el respeto y la compasión. No desde mirarnos el ombligo, sino siendo consciente de que el universo y yo somos una única realidad ya que uno convive conmigo y conmigo convive en mí.

Tal vez, la próxima ansiedad, l aproxima angustia, en vez de ponerte a ayudar a los niños hambrientos de Somalia gastándote una fortuna en medicinas, comidas y donativos, siéntate delante de un espejo, mírate, ad-mirate y mirándote a los ojos dile a esa imagen “te quiero”… cuesta eh, tal vez la primera vez no sale, la segundo menos incluso te irás del espejo... pero un día lo harás y verás como se destroza en mil pedazos el espejo en el que te estabas mirando y te verás de otro modo… sin cambiar de espejo porque son los ojos d tu corazón los que te ven no los de tu ego, no es la vanidad sino el amor, no es el poder del quiero, sino la sabiduría del SOY.

Así pues, sé lo que quieras pero se consciente de que aquello que eres también es porque en un momento de tu vida quisiste y decidiste ser así, y si no lo cámbialo pues, como se dice mucho ahora en los albores del siglo XXI, si crees que puedes… puedes y si no… tienes razón”

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