la dificultad que entraña la negación
Hay ocasiones en las que no nos damos cuenta, desde un punto de vista totalmente objetivo, que hay momento en los que negar lo que se afirma resulta, cuando menos una perdida de tiempo y de energía desconmensurable. Así, cuando uno lucha en contra de algo no nos damos cuenta, pero en realidad lo qu ese esta haciendo es un trabajo duplicado, de un lado crear una idea con carácter previo para poder negar la misma idea lo cual es, en algún modo, un poco ridículo.
Esto que afirmo en el párrafo anterior y que parece algo ridículo que nadie hace ni práctica, sucede con excesiva libertad y, lo que es peor, con verdadera insconsciencia pues, no en vano, ya lo hemos hecho algo puramente mecánico que no nos damos ni cuenta. Un ejemplo, que se ha dicho hasta la saciedad : cuando luchamos en contra de la guerra, en el fondo se está creado una idea de contienda para negar aquello que estamos en realidad creyendo, esto es, sabemos qué es la guerra y una vez que tenemos la idea alimentada, nos oponemos a ella. Sería tanto como preparar delincuentes, ladrones, violadores, asesinos, para después meterlos en prisión… ¿no sería más fácil y más cómodo sencillamente preparar gente más armoniosa, más en paz con la vida, mucho más vitalistas y respetuosa con el entorno y la sociedad en la qu ele toca vivir? Pero esto… se dice en ocasiones ¿es lo mismo? No, en absoluto, es decir, pensar en buena gente, es crear buena gente, y seguir afirmándola, apoyandola y alimentandola, todo va a favor porque todo va en una secuencia siempre de sumas; Ahora bien, oponerse a la guerra es crear algo en positivo, es decir, crear cada vez más guerra, alimentarla guerra, y luego nos oponemosa aquello que hemos creado, acordémonos de aquella regla matemática que decía
“+ x – = -”
Así pues, cuando nos empeñamos en hablar mal d euna cuestión, Vb “El sistema NO funciona” inicialmente estamos creando un sistema deficitario, idea positiva, para después negarlo radicalmente, cuando más lo niegas, en su fundamente más lo estás alimentando para después apagarlo. Vendría aser tanto como por ejemplo encender un fuego para luego apagarlo pero mientra slo estás apagando sigues encendiéndolo al mismo tiempo… resultado: agotador.
Ahora bien, ¿Cuántas veces hemos dicho al cabo del día “esto no puede ser así”? y en realidad es así como lo estamos creando y retroalimentando, con el añadido especial de que cuando negamos algo, de algún modo los demás interlocutores se unen y reavivan el mismo fuego del que comparten ya que, por lo general las ideas negativas son más faciles de transmitir como es más fácil hacer llorar que hacer saclir una carcajada a alguien.
De este modo, lo interesante no es cambiar a través de la crítica negativa de lo que NO se debe hacer o de lo que NO está bien, sino que, lo correcto, sería más bien seguir alimentando ideas positivas de CÖMO mejor, como SÏ mejorar, como SÏ ayudar, d eomo SÏ conseguir que esta determinada situación SÏ funcione…
De este singular modo, sencillo y como incluso, generamos más realidades positivas, menos conflictos y una mayor fluidez en nuestro pensamiento, pues no hay que tener ideas positivas y negativas ya que las negativas siempre ehan supuesto la creación d euna idea previa para negarla, luego es realmente difícil negar algo cuando antes y alo has creado. Por ello, se podía decir que todo cuanto no creemos o decimos no creer en realidad, cambiarlo por otra forma positiva de manifestarlo cuando menos que seguro que es mucho más real, más lógica, y menos bloqueante que la anterior y con ello ir transmitiendo un mecanismo de ayuda que iría transmitiendose por nuestro entorno, siempre que este entorno lo acepte porque, en esencia el entorno no hay que cambiarlo, NO está mal, sino que cambia conforme tú vayas cambiándolo y cambiado con él, así pues, esto NO es que “haya que cambiarlo porque NO funciona bien”, esto, hay que cambiarlo porque funciona mucho mejor…
Yo también era víctima de una idea parecida que socialmente es cómoda y que a todo gobierno le conviene, el de tener a una población ocupada en la queja, la decepción, la depresión y el desasosiego acallado por festajos, ora deportivos, otro tiempo taurinos tal vez… pero llega el momento de coger “el toro por los cuernos” y jugar con él en lugar de plantearle batalla… así veremos cómo sigue la lidia en el tiempo…
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Neo -
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